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¿Cuándo y cómo recolectar el cacahuete valenciano?
Les mostramos cuando y como recolectar el cacahuete valenciano o cacau collaret. ¡Al rico cacahuete!
Los cacahuetes valencianos, conocidos en nuestra lengua valenciana como cacau collaret, son una variedad que se cultiva desde mayo-junio y que se recolecta desde octubre hasta noviembre.
Siempre cuando las matas de cacahuete empiezan a decaer por las épocas frías y empiezan a coger tonalidades amarillentas, es ahí cuando nos avisa de que ya están listos para su cosecha.
La recolección en sí del cacahuete es muy sencilla y es que, en primer lugar, deberemos de arrancar las matas manualmente y posteriormente repasar la tierra por si quedan enterrados.
De normal, la mayoría de cacahuetes quedarán siempre cogidos a la mata, en su parte subterránea, es por eso que al arrancar pueden quedarse algunos cogidos a la tierra.
Habitualmente su cosecha se realiza estando el terreno de sazón, es decir, ni muy húmedo ni muy seco, para facilitar en este caso el proceso de extracción de tan preciada legumbre.
Una vez extraído todo el cacahuete, lo dejaremos secar por unos días de manera natural al sol, con mucho cuidado, ya que los roedores pueden comerse gran cantidad en muy poco tiempo.
🟢 Mejores semillas de cacahuete para plantar:
- Cultivo a golpes de dos o tres semillas
- Vaina enterrada con una profundidad de 3-5 cm
- Siembra de enero a marzo
- Cosecha a partir de 2 meses
Cultivo y cosecha de cacahuete valenciano como tradición
Pues la verdad, es que, a día de hoy, seguimos plantando cacahuete valenciano en la huerta, como me enseño mi abuelo cuando era niño, y es que mi abuelo lo cultivaba todos los años en el campo.
Mi abuelo realizaba el cultivo de varios bancales de cacahuete entre las filas de naranjos, ya que mi abuelo era citricultor, tenía grandes extensiones de campo de mandarinos y naranjos.
Aun así, siempre encontraba algún hueco donde poder cultivar los ya conocidos cacaus collaret, cacahuetes que han ido arrastrando generación tras generación en mi familia.
Yo siempre le ayudaba en todo el proceso porque realmente me apasionaba el hecho de cultivar algo tan singular como un cacahuete y que de ese cacahuete salieran decena de ellos.
Cuando eres niño todo esto lo ves como algo mágico y es realmente como yo lo veía, una forma de producir alimento como si fueras un dios y tuvieras el poder en tus manos.
Los agricultores valencianos y su pasión por el campo
Nosotros venimos de generaciones y generaciones de agricultores, es por eso que llevamos la agricultura en nuestra sangre y que nos apasione tanto este sector.
Como decía anteriormente, a nosotros de niños ya nos inculcaban los valores de la vida y de lo duro que era ganarse el pan con tus propias manos.
Y es que desde bien pequeños siempre hemos acompañado tanto a mi padre como mi abuelo en la ejecución de todas y cada una de las tareas agrícolas que en el campo se requerían.
De ahí que siempre hayamos sido niños educados y con valores, sin caprichos y realmente valorando el coste de la vida y necesidad de ahorrar (Filosofía del agricultor).
Si querías algún capricho tenías que trabajar bastante duro para lograrlo, pero de ese modo, cuando lo conseguías, aprendías a valorar su coste y el cuidarlo al máximo para que durara.
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